Saliendo del ostracismo masculino a vivir amistades sanas con la ayuda del evangelio
El aislamiento masculino es al parecer un rasgo mas que una costumbre. Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado que, aunque estamos mejor interconectados, paradójicamente también estamos más aislados, por lo tanto, mientras más desconexión social más soledad.
Además de lo anterior, también es evidente en nuestros días la gran crisis del liderazgo masculino con sus lamentables consecuencias en la sociedad en general y en la familia en particular. Paradójicamente, esta carencia de liderazgo es evidente también en aquel conglomerado de hombres que participan en comunidades cristianas. El problema tiene que ver, entre otras cosas, con una visión dividida de la vida, la religiosidad y la falta de aplicación del Evangelio. Uno de los factores que más influye en este déficit de liderazgo masculino es la tendencia de los hombres a caminar con cuentas pendientes que le impiden un compromiso con el Señor y su iglesia. Así lo señala Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y los abandona hallará misericordia”.
¿Qué es RETO?
Es una estrategia de acompañamiento y pastoreo para la vivencia de la fe cristiana en grupos pequeños integrados por hombres.
RETO es una sigla que señala hacia cuatro objetivos y enfoque del ministerio de hombres en Redil Estadio:
- Rendir cuentas sobre nuestras luchas, sentimientos, frustraciones y alegrías.
- Entablar amistades significativas en un ambiente de confianza.
- Tratar bíblicamente con el pecado: confesión, exhortación, consejo (Santiago 5:16).
- Orar unos por otros: practicar misericordia, apoyo, compromiso.
RETO es un recurso de la gracia del Señor para luchar contra la tendencia masculina a la soledad y a las relaciones superficiales. Necesitamos aprender a caminar en integridad, comprometidos unos con otros.
Tres porciones bíblicas nos ayudan a pensar en esto:
- 1 Tesalonisenses 5:11: “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo”.
- Gálatas 6:2: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”.
- Santiago 5: 16-20: “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos. Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados.
¿Cuál es el propósito de los grupos RETO?
Progresar en el Evangelio mediante el compañerismo, la confesión, el estudio bíblico y la oración. Debemos ser conscientes de la fuerte tendencia masculina a lo superficial en las relaciones, lo que se suma al pecado del orgullo, que nos impide reconocer la necesidad, el problema y, en consecuencia, buscar ayuda.
Tenemos el RETO de crecer en las paradojas del Evangelio, que implica, contrario al planteamiento del mundo actual, y tal como Jesús lo enseñó en Mateo 5; que los dichosos son los humildes, los que lloran, los que anhelan la justicia –tanto como la comida-, los compasivos, los pacificadores, los perseguidos por hacer el bien. Que los valientes en nuestra época son aquellos que por la rendición de su propia voluntad a la voluntad su Salvador, y por la obra sobrenatural del Espíritu Santo en su vida; son capaces de hacer morir lo terrenal y vivir para otros.
Los dichosos en la perspectiva del reino de Dios hoy, son también hombres que se salen de lo común: que pueden quitarse la máscara, que renuncian al orgullo y a la prepotencia, que lloran lamentando los daños que ha causado su pecado, que son capaces de amar abnegada, exclusiva e intensamente a una esposa; así como Cristo lo hizo con su amada iglesia. Los dichosos no se hacen los fuertes, mas bien reconocen su debilidad y se esconden en la cruz. No hay asomo de prepotencia, orgullo ni vergüenza en la cruz de Cristo.
Cuando hablamos de la muerte vicaria de Cristo, sabemos que Él tomó nuestro lugar como sustituto. Vivió la vida que nosotros teníamos que vivir, murió la muerte que nosotros merecíamos y pagó completamente el castigo por nuestro pecado (2 Corintios 5:21). Nuestra vida completa ha de ser una expresión de gratitud, rendición y entrega total hacia el salvador. Él llevó el dolor, la humillación y el sufrimiento hasta el extremo; de manera que cuando la fe en Él nos pide algo, Él ya lo ha dado.
Cuando creemos estas verdades que expresa la Escritura: que tomó tu lugar, que te justificó, que lo entregó todo por ti, surge esta pregunta, ¿qué es lo más extremo que te pide la fe? ¿Y qué si lo comparas con lo que Cristo hizo? ¿Qué es nuestra vergüenza a la luz de lo que Él hizo? ¿Qué es nuestro esfuerzo? ¿Qué es nuestra paciencia? ¿Qué es nuestra tolerancia? ¡Dios nos pide que entreguemos y que hagamos lo que Él ya ha hecho!
¿Cuál es la dinámica y cómo participar de los grupos RETO?
Animamos a nuestros invitados a participar en las reuniones que se realizan cada dos meses en el contexto de un desayuno de varones. En esta reunión se tratan temas relevantes para la vida y el carácter del hombre cristiano.
También, como parte de la dinámica de vivir la Iglesia en semana, invitamos a cada participante a adherirse a un grupo pequeño o rebaño, allí esperamos exista la confidencialidad, respeto y el ambiente tranquilo y seguro para propiciar un escenario para rendir cuentas, orar unos por otros y crear amistades significativas.
Eventualmente, realizamos retiros en un lugar específico fuera de la iglesia con el fin de tratar temas específicos del crecimiento mutuo mediante el estudio de la Palabra, conversación y oración.